Las obras que conforman la muestra no exhiben ningún lugar en
concreto, sino que hacen visible la retórica de las representaciones y la
manera en que estas delimitan distintos marcos de visión, destacando la óptica
del turista (Castillo, Koshiro), la mirada del crítico (Pineda), el enfoque del
geógrafo (Perna) o la perspectiva del naturalista instrumental (Pittari). Medición,
valoración o itinerario creativo; tales son los encuadres ¨ciegos¨ que enmarcan
el paisaje según las técnicas, criterios y motivaciones que impulsan su
abordaje. Contrapaisaje supone
entonces un juego exploratorio que trasciende la imitación retinal.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2KbOH52HfAkrL3xuo8gGnZyTorLfwqL5JEpAfyuGLnhzvzk6RX-dUlKZc7dvcUMzQEYYfUspqNoor6r1MENlli7ja2TNWyrYluWJ8SgyAOr_gMfUWn7OJonpJqs8zDtUxhYqG7Vn1og/s1600/Nayari+Castillo+de+la+serie+imagenes+cognitivas+2010+detalle+baja.jpg)
Ara Koshiro (Maracaibo, 1967) recurre al paisaje como estereotipo
pero se concentra en el reverso de lo sensible, el lado opuesto de la
representación; precisamente el que da mayor relevancia a la información
textual y donde la imagen está suprimida. El país y el paisaje quedan reducidos
a un lugar sin contorno ni colores.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLzvQegHOt-86oJwaO8Ut7O0i_aGajqGi8-WaOG0oOmzmaCpAuPKCDqgpSNtHlKYyqwlH8_qHAhvpVI75D30DB4lsC8FJxUFMkpiODBsBsfVZsEKKyILKmzD-O8dDkIV-ZDgTucr7xOA/s1600/Claudio+Perna+Serie+Fotografia+Satelital+Ficha+tecnica.png)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjI2i6Ikptdr88z1BEF6zvqefI9HnbORJpPXwc1OfJNbFTNPovSFSUJ3ju2ngmJzzcMP_SCBKZn1ixwqpLwj_PRQui1r_AYFpuKCZqoFD4Jvx-H2mC8sLo-_Ku18JU2azaLtYENzNzDgA/s1600/Maria+Virginia+Pineda+Que+tus+palabras+sean+mas+doradas+que+tu+silencio2.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSJ0lwdowaAmQgss2riaClm3KuRTNW3BjI-seAQd30OvS9TWwVPLDyEkRPaamy39kgpuNxepfYbUmxx-OOBj8FmPEm_tkI-IsMA_awwTpKZraRmEewI5l2gRuAewe_r_NPDbyL74J_VQ/s1600/Arte+prensa+2+Conrado+Pittari.jpg)
En realidad, Contrapaisaje
esboza una espistemología de lo sensible que se apropia, subvierte y recrea las
taxonomías y valores del saber canónico, tanto científico como artístico. Y es que, de cierta manera, el paisaje
es una potencialidad entre signos de interrogación. Todavía en gestación o
cuando ya se han cumplido sus posibilidades, surge la pregunta de si el
paisaje es lo que se ve –llanura, montaña
o maraña urbana- o es tan sólo una operación singular de enmarcado y
codificación de la realidad visible. Lo que ¨salta a la vista¨ no es la escena,
sino la manera en que ésta aparece acotada en la representación, el andamiaje
que la sostiene.
Finalmente, llega el momento en que el paisaje es simplemente el
país o la extensión sustantiva de un proyecto ideal. El paisaje como país, el país como escenografía. Así, la dupla país-paisaje se revela como un artificio
persistente que ha trascendido los presagios apocalípticos para reencarnar en
el contrapunto de nociones enfrentadas.
Después del paisaje como
escena originaria, todo es
contrapaisaje; es decir, autoconsciencia representacional y alternancia de
opuestos, danza especulativa de los estereotipos y sus referentes.
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