sábado, 27 de octubre de 2012

Sobre El Quinquenio

EL NACIONAL - Martes 23 de Octubre de 2012 Escenas/2



ESTO ES LO QUE HAY ARTES VISUALES

LORENA GONZÁLEZ


Cuando las demandas del día a día superan cualquier posibilidad de análisis de lo que va ocurriendo, solemos no reparar en las resonancias de lo sucedido. Envueltos por la carrera cotidiana sucumbimos a la voracidad de un tiempo indomable, atrapados por las centelladas de una lucha entre los lineamientos de nuestros ideales y las urgencias de la supervivencia en contextos extremos. A veces una sonora insistencia reconduce la armonía de ciertas trochas, sabemos que algo quedará de todo aquello, o por lo menos eso esperamos durante el lapso de una batalla feroz que exige la atención total de todos nuestros sentidos.

Olvido, eventualidad, desconocimiento, apatía, barbarie. Inhumanidad de un itinerario que no nos permite mirarnos, espasmos de un estertor que evita el reconocernos en la detención saludable de las diferencias encontradas y las distancias comunes. De estos elementos y de otros desórdenes vigentes estuvo impregnada la voluntad que desde La Caja del Centro Cultural Chacao se propuso alinear esfuerzos para exhibir, hasta el 18 de noviembre, la valiosa producción que durante estos cinco años ha llevado adelante El Anexo, uno de los más modestos pero decisivos espacios de investigación del arte contemporáneo que existen en la actualidad.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Ana María Mazzei - El Cerco

“El Cerco”, instalación fotográfica de Ana María Mazzei, se configura a partir
de una serie de registros donde lo geométrico y lo espacial juegan un papel
determinante. En este sentido, el cerco funciona como demarcación de un
vacío. Esa geometría que se constituye en la separación del adentro y el afuera
sin inducir a mayores precisiones plantea una doble interrogación acerca de la
naturaleza de la percepción, pero también sobre la ubicación del sujeto frente a lo
existente. Lo visible (en este caso la cerca) es en realidad un seductor obstáculo
que se interpone entre el sujeto y la negrura que lo abruma e interpela.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Celebramos "El Quinquenio"

PRORROGADA HASTA MEDIADOS DE OCTUBRE 

El próximo viernes 28 de septiembre inauguraremos en La Caja del Centro Cultural Chacao una muestra que hemos denominado "El Quinquenio".

Esta colectiva - primera muestra fuera de nuestro espacio- reúne a 21 artistas que han expuesto en El Anexo durante este lustro.

domingo, 8 de julio de 2012

El país cabe en una torre

Estuvimos en la FIA 2012 (Feria Iberoamericana de Arte de Caracas) con una muestra dedicada al proyecto La Torre de David. Aquí les dejamos una entrevista realizada a los artistas alrededor de este trabajo.  


Daniel Fermín - El Universal
Domingo 8 de julio de 2012 
Ángela Bonadies y Juan José Olavarría no olvidan la primera vez que entraron (a finales de 2010) a La Torre de David: panaderías, bodegas, guarderías, salón de videojuegos. Un gran barrio extendido en vertical, a 195 metros de altura, que hoy está convertido en una especie de atracción temática para el resto de la sociedad. Los artistas venezolanos -ella de Caracas, él de Valencia- documentaron la edificación, que está invadida desde hace cinco años, en un proyecto que ya han expuesto en siete países.

jueves, 31 de mayo de 2012

David Palacios. Art Report



La exposición Art Report de David Palacios (La Habana, 1967), reúne una serie de obras que el artista viene desarrollando desde 2007, fecha en que fija su residencia en la ciudad de Londres, centrándose en la yuxtaposición de los códigos del arte y el discurso estadístico. Esta idea ya estaba presente la muestra “Infografías” (Galería Alternativa, Caracas, 2004) en la cual se confrontaban lo óptico y lo informativo, a propósito de los reportes acerca de la situación los derechos humanos en el país. También conectado a esta indagación está el proyecto “Nosotros / Los otros” (Periférico Caracas / Arte Contemporáneo, 2007) donde el tópico central era el sistema del arte latinoamericano frente a una catalogación que recogía distintos ámbitos de la población, economía y cultura del continente.

Statistically Speaking, serie realizada en impresión digital sobre láminas de pvc,  plantea una mirada crítica a los modelos de representación, utilizando como plataforma visual el género de la naturaleza muerta y tomando como referente algunos temas de la agenda global como el gasto armamentista en las naciones desarrolladas, los índices de pobreza en África y Latinoamérica, la crisis alimentaria y el mercado petrolero, entre otros temas. Allí conviven las frutas, los paños y los objetos cual si se tratara de bodegones inocuos, junto a la rigidez funcional de cifras, barras, flechas y demás elementos infográficos. A partir de allí, se genera una fuerte  disyunción entre lo que se muestra como obra y los datos insertos en la estructura reticulada que lo contiene.
El efecto paródico de esta operación se torna aún más enfático y desconcertante en el video Commercial Lending: Problem Area for Banks?De la serie Video Graphic (Nº 1) donde se produce una conjunción arrítmica entre la compleja jerga de los analistas económicos, la vertiginosidad de los subtítulos y la animación ralentizada de las imágenes, a propósito de la crisis de los mercados financieros.  Entre tanto, el aura del arte ofrece al observador un escenario hipnótico, estable ante lo contingente, acaso un señuelo para atrapar la mirada indiferente. 

En Pop up, instalación elaborada a partir de tres catálogos de la casa de subastas Cristie`s dedicados al arte de postguerra y contemporáneo, el eje de la propuesta se desplaza hacia el ámbito noticioso, en cuyo caso la iconografía artística es utilizada para ilustrar noticias sensacionalistas y escándalos de orden político y social. En este caso, la retórica del discurso visual contribuye al ocultamiento deliberado del aparato especulativo del mercado. Sujetas a una estructura rígida de madera dispuesta a manera de un bastidor, las páginas de los catálogos se despliegan dejando ver retratos, desnudos y naturalezas muertas rubricadas por algunos de los artistas más cotizados del planeta entre los que destacan Roy Lichenstein, Andy Warhol y Lucian Freud. 

En Art Report la obra se constituye en soporte informativo de acontecimientos sociales, políticos o económicos; pero también en un recurso autorreflexivo acerca de los límites de la representación. La imagen tiene una función contradictoria, operando simultáneamente como dispositivo de seducción y como medio de enmascaramiento que deja al descubierto  la opacidad del mundo. Queda abierta la pregunta de si el arte puede (o debe) ser un vehículo para interpelar o documentar  lo real.

domingo, 4 de marzo de 2012

“Editorial II. Muestra de videos”

 “Editorial II. Muestra de videos” reúne el trabajo de cinco artistas que revisan críticamente la iconografía épica en Latinoamérica, centrándose fundamentalmente en los emblemas patrios y la figura de los próceres de la independencia. El colombiano Carlos Castro, el mexicano Miguel Rodríguez Sepúlveda y los venezolanos Iván Candeo, Déborah  Castillo y Juan José Olavarría utilizan el medio videográfico de manera preponderante en sus respectivas investigaciones. Las obras, fechadas entre 2007 y 2010,  recogen el desgaste (tanto simbólico como material) de la narrativa heroica, mostrándola como un ritual desencantado, cuya reiteración y omnipresencia  va acompañada   de un proceso de vaciamiento de su sentido.  




 cortesiAnexo. Lamezuela. Deborah Castillo

En todos los casos, se trata de video creaciones directamente enmarcadas en contextos de producción y recepción donde los asuntos tratados son claramente legibles. Débora Castillo aborda críticamente el comportamiento adulatorio de algunos sectores frente al estamento militar. Juan José Olavarría nos devuelve la imagen fundacional del emblema patrio como un estereotipo reproductible mecánicamente. Carlos Castro hace de la estatua de Simón Bolívar un ícono indefenso ante la rapacidad de las palomas. De manera similar, Iván Candeo presenta una reproducción de la imagen de Francisco de  Miranda en la Carraca, lugar de confinamiento donde también encontró la muerte el precursor de la independencia,  bajo el asedio voraz de las  ratas. Finalmente, en el trabajo de  Miguel Rodríguez Sepúlveda la transpiración de los ejecutantes va borrando de sus cuerpos los rostros dibujados de Simón Bolívar, José Gregorio Hernández, el Cacique Guaicaipuro, María Lionza y otras figuras distintivas  de la cultura local. 


Imagen cortesia El Anexo. Taga Bandera madre. Juan José Olavarría

Si, como señala el historiador Tomás Straka,  nuestros antepasados se refugiaron en el honorable y ejemplar legado  de los héroes y los símbolos para contrarrestar las carencias de las repúblicas inconclusas1, las obras de estos creadores encarnan un presente desencantado donde los caudillos ya no son como dioses redentores. No hay aquí la gallarda avanzada de las huestes libertadoras ni la solemnidad de los festejos militares que gustaban pintar Martín Tovar y Tovar, Arturo Michelena y Tito Salas. Tampoco aparecen  los ademanes pomposos de la retórica oficial diseñada para ocultar las calamidades del presente detrás de las glorias  del pasado. Todo  lo que hay son imágenes de una historia estereotipada, sometida al escarnio del tiempo. Afiches y estatuas devenidas en alimento de roedores y aves; botas lustradas con saliva, falsos tatuajes y banderas de un ideal olvidado. Sólo son restos sin sustancia, vestigios de un mito que se desvanece.


























  

Los trabajos videográficos reunidos en esta exposición revisan el pasado sin nostalgia ni resentimiento. Su intención no es juzgar o enaltecer el relato épico, sino desenmascarar el mecanismo de reproducción cíclica que genera su perpetuidad ilusoria. En realidad, nada ha cambiado. La historia sigue girando en torno a la fijeza de las imágenes, aunque los nuevos  flujos de sensibilidad ya no sean tan permeables a su hechizo.  Sin embargo, la iconoclasia no es un antídoto seguro para tratar con la idolatría, sobre todo cuando se entiende que la imaginería épica asienta gran parte de su sentido y efectividad en la naturaleza y uso de los medios empleados. 

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[1] Straka, Tomás. La épica del desencanto. Editorial Alfa. Caracas, 2009 




miércoles, 8 de febrero de 2012

"La intolerancia ha generado procesos de `guetificación"

Entrevista publicada en el diario El Nacional del  06/02/2012
F'élix Suazo. (foto tomada de El Nacional)
El foro del lunes
FÉLIX SUAZO El investigador asegura que los artistas han creado nuevas bases.
Carmen Victoria Méndez

El director de El Anexo indica que el trabajo del circuito independiente del arte es titánico, y considera que la sociedad exige demasiado de un movimiento que ha tenido que reinventarse.
H ace cinco años que el investigador Félix Suazo decidió, junto con un grupo de amigos, abrir las puertas de sus casas para mostrar arte. Lo hizo sin expectativas comerciales, más bien para contribuir con el estudio de ciertas tendencias del arte venezolano, surgidas en los años setenta y ochenta, con las que la historiografía nacional tiene una deuda.

Así nació El Anexo, un lugar que aborda a la generación de Claudio Perna, Eugenio Espinoza, Héctor Fuenmayor, Antonieta Sosa y Diego Barboza, entre otros, pero también al arte contemporáneo.

"No es que estemos aferrados a una visión nostálgica de un pasado sino que creemos que gran parte de las producciones y experiencias que se nos presentan en la escena artística actual tendrían una explicación originaria justamente en estas proposiciones. Se trata fundamentalmente de mostrar y de reflexionar sobre lo mostrado", señala el también coordinador de Periférico Caracas.

­¿Cómo ha sobrevivido El Anexo, que funciona en un espacio doméstico, cuando hay lugares respaldados por instituciones y mercados que han desaparecido? ­Lo que pasa con El Anexo es que es un proyecto hecho desde el cuerpo y con el cuerpo. No surge pensando en los recursos que se tienen o en los que se podrían obtener a futuro, sino pensando en el capital intelectual y en los modestos recursos materiales que teníamos como equipo Nancy Farfán, Gerardo Zavarce, Zinnia Martínez y yo. Por supuesto, con el apoyo incondicional de unos cuantos artistas, entre ellos David Palacios, Juan Carlos Rodríguez, Juan José Olavarría, Deborah Castillo y Argelia Bravo, y otros que nos han ayudado en diversos aspectos que son necesarios no solamente para concebir una exposición y ponerla en escena, sino también para conceptualizarla, discutirla y profundizarla. Como surge desde el cuerpo simplemente va creciendo y avanzando con nosotros. También hemos tenido una gran receptividad de los medios y de otros colegas del campo que muy respetuosamente nos han apoyado con su complicidad, indicaciones y sugerencias.

­Pareciera que toda la escena contemporánea descansa sobre el circuito independiente. ¿No es algo desproporcionado? ­El trabajo del circuito independiente es titánico. Se basa en la iniciativa y en la convicción de quienes lo hacen más que en la potencialidad y oportunidades reales que existen. Estamos en un país que lleva varios años de control de cambio, lo cual incide en la circulación de las obras y en el desplazamiento de muchos de los artistas que tratan de movilizar sus instituciones y propuestas.

Ellos están asumiendo políticas de responsabilidad social a cuenta y riesgo propio.

Los instrumentos jurídicos de responsabilidad social no ofrecen suficientes beneficios ni ventajas al sector artístico y eso hace que el trabajo de estas instituciones sea forzado. Además, la intolerancia ha generado procesos de `guetificación’ y `autoguetificación’ injustificados.

­¿Se trata de un problema institucional o creativo? ­La cultura es justamente el encadenamiento de los elementos y rituales que se tejen en torno a sus instituciones y, por supuesto, a sus prácticas.

La obra de arte está directamente relacionada con una institucionalidad activa pero fracturada, que uno no puede decir que ha sido inexistente pero que en muchos aspectos ha dado la espalda a un horizonte importante de esas creaciones. Hablo tanto de instituciones oficiales como de instituciones privadas.

En ellas los creadores hacen gran parte de su trabajo con sus propias energías y fuerzas, hasta donde pueden.

Entonces tenemos un panorama artístico en el que unos medios se han impuesto sobre los otros, especialmente el fotográfico y el audiovisual, y en el que hay una cierta inclinación hacia los lenguajes que depositan gran parte de su legitimidad y efectividad en la conceptualización. Por otro lado, hay una serie de producciones vinculadas con los medios tradicionales con incidencias de las prácticas artesanales o de la decoración en el espacio del arte.

¿Qué tenemos entonces? Una aparente normalidad, que es lo que la gente lee o interpreta como un agotamiento o como la ausencia de un punto de quiebre con respecto a lo que se ha hecho anteriormente.

­Algunos críticos señalan que la escena está estancada, que es reiterativa, que la proliferación de las colectivas no es un buen síntoma.

­Hoy estamos hablando de lo que creemos que está sucediendo con el arte y no lo estamos viendo en su devenir, en una década en la que el movimiento artístico local se ha tenido que reinventar, ha tenido que crear nuevas bases en un siglo emergente también y en un país que ha sufrido modificaciones traumáticas, que ha tenido que abrirse hacia otras formas de institucionalidad, más independientes. Quizás le estamos pidiendo demasiado al movimiento artístico, que ha tenido que reposicionarse, ganar otros espacios, que en parte le fueron negados por la institucionalidad oficial ­por aquellas directrices de que no se hacían individuales o de que todas las exposiciones debían tener algún tipo de interés o sesgo ideológico­.Creo que vivimos en una sociedad fatigada, que se acostumbró a la dinámica de la producción, de la inmediatez y de la novedad y que está pidiéndole al arte más esfuerzos de los que ya está haciendo. Si uno lo ve desde el punto de vista de qué hay de nuevo desde el año pasado, evidentemente no mucho. Pero si uno lo ve como la culminación de un proceso de reinvención, creo que estaríamos en un punto de inflexión hacia una visión autocrítica. Hay que ver esa crisis de cara a las expectativas de la sociedad y lo que ésta pide. Algunos solicitan entretenimiento, otros reflexión crítica y unos lo más excelso y puro. Del otro lado están los propios productores del arte y los circuitos de distribución artística, que tienen que ver qué es lo que le están ofreciendo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Ivan Amaya: Videoentrevista


Ivan Amaya nos habla de la muestra fotográfica "Ciudades de arriba". Individual del artista presentada en nuestro espacio durante los meses de diciembre 2011 y enero 2012.