miércoles, 21 de junio de 2017

Arte + Contexto

El contexto afecta la producción, circulación y recepción del arte, constituyendo un horizonte multifocal que compromete simultáneamente los propósitos, medios y significados de la obra. Dicho de otra manera, no hablamos de uno, sino de varios horizontes, lo que consecuentemente significa que no hay un único contexto sino varios de ellos.
Contrariamente a lo que podría suponerse, el contexto no precede a la obra por lo que no debe ser entendido como un marco. A veces es la obra la crea el contexto, e inventa las coordenadas de su ubicación y lectura.
El contexto es, por tanto, un ámbito de relación e intercambio simbólico, comunicacional y social. Allí reside la verdadera connotación política de lo artístico, cuya efectividad y alcance reside en la administración estratégica de la alteridad, tanto la ajena como la propia.
Arte + Contexto reúne el trabajo de cinco artistas venezolanos que abordan la manera en que el poder afecta al lenguaje, los símbolos y la memoria de un país, pero que al mismo tiempo reflexionan sobre la pertinencia del arte y sus medios. 

Diálogo silente. Serie Palabra silente (2014) de Teresa Mulet opera desde la confusa retórica de la “afirmación negadora”, esa que por ignorancia o premeditación conduce a la clausura del lenguaje.

Bandera roja deshilachada (2013-2015) de Juan José Olavarría encara la insignia nacional, tensada solemnemente y casi descolorida, con su banda roja deshilachada: ¿sangrante acaso?

Cambio de poder (2017) de Miguel Braceli enfoca el problema de la alternabilidad política tomando como referente la franja azul con las ocho estrellas de la enseña patria, en una acción realizada frente a la  Brigada Parlamentaria de Santa Cruz, Bolivia.

Santa-María. De la serie Std color (2010) de Domingo de Lucía alude al efecto paralizante de las políticas oficiales sobre la actividad productiva, sometida a la progresiva reducción de sus capacidades.

Escudos. De la serie Fragmentos (2014) de Juan Toro constituye un micro archivo de la violencia, al reseñar los precarios medios de defensa empleados por manifestantes para resguardarse de las fuerzas uniformadas.
El contexto siempre está allí, a veces como referente y en ocasiones como parte de la obra. Sin embargo, no es el isomorfismo sino la “disimilitud” la que hace significativa la experiencia artística. Por tanto, el arte no es sólo “reflejo” de lo real en cuanto exterioridad; también es una manera de situar las cosas en contexto.